El arquitecto es el encargado de diseñar edificaciones, pensar en la distribución de los elementos, la estética y la funcionalidad de los mismos. Es una labor asociada a la alta creatividad, tanto para optimizar el uso de recursos como para romper esquemas.
El ingeniero, por su parte, se enfoca en la estructura de los diseños, estudia todos lo detalles, las diferentes posibilidades y los condicionantes existentes, con el fin de conseguir el mejor diseño, al menor coste posible.
Por ello la unión de las artes técnicas con el ingenio es la combinación perfecta para obtener el diseño óptimo. Consiguiendo el equilibrio perfecto entre la percepción y la ejecución de las ideas.