En pleno centro histórico de Santander, a solo unos pasos del Ayuntamiento, la Catedral y la Plaza Porticada, el Dorma Coliseum combina historia y diseño contemporáneo, además de rendir homenaje al cine clásico. El edificio, inaugurado en 1929 como teatro María Lisarda y luego transformado en cine Coliseum, fue remodelado conservando detalles de su pasado cinematográfico, y su elegante fachada que evoca la magia de los antiguos cines.
Al entrar, claramente se aprecia su tributo al séptimo arte: habitaciones, salones y espacios comunes llevan nombres de películas clásicas, combinando nostalgia cinematográfica y confort. Su ubicación estratégica permite explorar a pie los principales atractivos culturales y arquitectónicos de Santander, ofreciendo una experiencia única que fusiona historia y estilo en cada estancia.