Hace unos años en el Valle del Cauca un
grupo de cooperativistas se reveló contra
lo que era un abuso intolerable en sus vidas: la
forma en que muchas funerarias se
aprovechaban de la vulnerabilidad de las
familias cuando estas perdían a uno de sus
miembros. En esos momentos, con el dolor
encima y la necesidad de despedir
dignamente al familiar.