Organización de la sociedad civil que promueve del Desarrollo Humano Integral Solidario y Sostenible. Es el ente jurídico que opera el Programa de Desarrollo y Paz del Nororiente Colombiano PDPNOR
a Corporación Nueva Sociedad de la región Nororiental de Colombia CONSORNOC, hoy en día la entidad Facilitadora del Programa de Desarrollo Y Paz de este territorio PDPNOR. Nace como iniciativa de Monseñor Gustavo Martínez Frías y ha servido desde 1.999 al desarrollo humano integral solidario y sostenible, favoreciendo las condiciones de vida digna en la población vulnerada y vulnerable de la región Nororiental de Colombia. En este periodo de trabajo, se ha hecho presencia en un 70% de los municipios de Norte de Santander y algunos municipios de Arauca y Boyacá, pertenecientes a la región Sarare.
En julio del año 2000, se inicia la formulación del Programa de Desarrollo y Paz, con el soporte inicial, del Departamento Nacional de Planeación, la Oficina de las Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD-, la Agencia para la Cooperación Internacional –ACCI-, con la asesoría directa y permanente de la Fundación Social. Quienes adoptaron para la investigación diagnóstica la perspectiva de Dinámicas Integrales de Desarrollo. Atendiendo a la realidad de la región se escogieron cinco dinámicas fundamentales: Competitividad Regional Sistémica, Gobernabilidad Democrática, Solidaridad Social, Sostenibilidad Ambiental y Reconciliación, convivencia y paz.
Durante el 2002 se recibe del Departamento Nacional de Planeación D.N.P la propuesta de implementar en el Norte de Santander el Proyecto “Laboratorio de Paz”, junto con el Oriente Antioqueño y Cauca – Nariño. Como PDPNORT, su Misión responde a las condiciones de la región, buscando sembrar acciones de paz en torno a los derechos humanos, la gobernabilidad democrática y los procesos productivos. El tratamiento de estas dinámicas sociales, se da un periodo donde el departamento sufre una de las más fuertes escaladas de la violencia de los últimos tiempos, con fenómenos de población en situación de desplazamiento, incremento de índices de vulnerabilidad y un olvido constante del sector rural. A ello se unen, los vacíos de institucionalidad y los bajos indicadores de gobernabilidad, al igual que incipientes acciones de producción organizada. Desde esta perspectiva, la presencia de la Corporación y su accionar, ha generado cambios de paradigma en el horizonte social, que involucran a los actores y los invitan a la construcción conjunta de región.