Mucho se habla de los beneficios rejuvenecedores y de la capacidad revitalizante de la medicina biomolecular, que es la ciencia que se encarga de restaurar la salud a nivel molecular. Esta terapia, también conocida como Medicina Orthomolecular, es un enfoque moderno de la medicina preventiva y curativa que utiliza sustancias naturales para mejorar la calidad de vida, combatir enfermedades crónicas y prevenir males futuros.
La medicina del futuro es la aplicación de la terapia biomolecular. Es una de las experiencias comprobadas que permite nutrir células con vitaminas, minerales, hormonas, oligoelementos, antioxidantes y demás sustancias que revitalizan el organismo a nivel celular permitiendo un rejuvenecimiento y la salud del organismo. Para la restauración y reactivación de las funciones biológicas del paciente se utilizan hidrolizados de proteínas llamadas peptonas.
La Medicina Biomolecular es una nueva modalidad de práctica profesional que pone la atención en la integridad y calidad de las biomoléculas de todo el organismo, para llegar a un diagnóstico correcto y elaborar terapéuticas. Este enfoque resulta integrativo y orienta al médico, gracias a equipos de diagnóstico y estudios especializados, hacia definiciones más exactas de los orígenes de la enfermedad. Por consiguiente, todas las medidas terapéuticas son consecuencia de estudios altamente personalizado.
Las biomoléculas son las unidades funcionales más pequeñas de las células y a su vez, las víctimas de: la contaminación medioambiental; de las moléculas oxidantes que produce el propio organismo; de la falta de nutrientes necesarios; de la falta de controles del Sistema Nervioso Central; como las causas más frecuentes de su desactivación biológica.
La Medicina Biomolecular no descalifica nada, porque ninguno de los conceptos médicos acreditados se modifica y todos los conocimientos clínicos continúan vigentes, pero aclara, evalúa y corrige, la gran porción desconocida de la medicina tradicional que incluye: desentrañar el significado de terreno predisponente o condición del huésped; a la acción de los radicales libres como causantes de enfermedades; a la contaminación ambiental; y a la intolerancia a los alimentos, como causantes de agresión biomolecular, y por lo tanto, causantes de la pérdida del estado de salud.