El edificio de la sede de Afundación en A Coruña, un proyecto del arquitecto británico Nicholas Grimshaw, aporta una obra vanguardista al patrimonio arquitectónico de la ciudad y de Galicia y completa la fisonomía del Cantón Grande permitiendo, gracias a un enorme pasillo interior, que el propio inmueble funcione como vía de conexión entre la calle de la Estrella y los Cantones. Su diseño se asemeja a la cresta de una ola marina adentrándose en los Cantones y rompiendo en una fachada de cristal retroiluminada; supone una reinterpretación de las características galerías de la Marina. Este edificio, ya conocido como La ola de cristal, combina dos materiales -el pétreo, de larga tradición en la arquitectura gallega, y el metálico- con gran plasticidad, otorgando protagonismo a la luz cenital.