El concepto de la condensación, como la mayoría de las buenas ideas, es muy simple; a diferencia de las calderas convencionales que permiten que los gases de evacuación puedan salir libremente a la atmósfera cargados de calor y emisiones contaminantes, las calderas de condensación utilizan este calor para su aprovechamiento transmitiéndolo al circuito de agua caliente sanitaria (a.c.s.) o calefacción.