Según recoge nuestro "Opúsculo de amenas y sustancias reflexiones...", "es menester que el comensal conozca que se halla aposentado bajo una techumbre sazonada desde hace casi un siglo por el aroma de los guisos y el perfume de las viandas y el vaho de los caldos. A partir del lejano año de 1912, fecha de la fundación de Casa Ojeda, y hasta nuestros días.