situado en plena campiña madrileña a medio camino entre Morata de Tajuña y Chinchón, es una manífica alternativa gastronómica para disfrutar de lo mejor de los asados y parrilladas. Cuenta con amplios salones distribuidos en una superficie de 500 m2 con una decoración castellana rústica típica de la zona. Entre sus especialidades más reconocidas figuran el cordero y el cochinillo asado al horno de leña, las chuletitas de cordero lechal y el chuletón de buey a la parrilla de carbón. Una amplia bodega (Rioja y Ribera del Duero) y productos de primera calidad son los valores sobre los que se asienta el Restaurante-Asador MI CORTIJO.