A Mon Vasco, se le puede considerar como uno de los pocos artistas gallegos coherentes con la vanguardia. Se mantuvo dentro de un lenguaje puramente vanguardista durante toda su vida de escultor, nunca hizo concesiones. Su obras están se enraizadas en la más absoluta libertad personal y artística, y en la universalidad como concepto primordial o respuesta ática. Su obra arranca desde las propuestas más vanguardistas para finalizará más allá de los nuevos postulados artísticos.
Es sin lugar a dudas un creador, un escultor, lleno de talento y vocación. Se puede afirmar categóricamente que fue el gran escultor de finales de los setenta y comienzos de los ochenta en Galicia y su obra el verdadero comienzo del arte contemporáneo en la escultura gallega del siglo pasado. Sin duda es uno de los más grandes creadores gallegos en el ámbito de la escultura.
Como persona y artista fue un espíritu libre, valiente, comprometido con el arte y con su tierra.