La terapia Gestalt hace frente a diferentes problemas: afectivos, relacionales (hijos, pareja, trabajo), momentos de crisis y cambios, toma de decisiones. También sirve para la mejora de los propios recursos y habilidades.
Los síntomas son señales de asuntos inconclusos que reclaman nuestra atención y conciencia, que deben ser escuchados, atendidos y resueltos adecuadamente para recuperar nuestro bienestar.
Los problemas psicológicos nos anuncian que necesitamos re-conocernos, re-aprender y desechar lo que ya no nos vale. Es momento de revisar el cómo lo hago para orientarnos hacia la salud. Darse cuenta en el aquí y ahora de esos patrones que como automáticos están generando malestar. Apelando a nuestra responsabilidad en ellos. Practicando la escucha activa.
La terapia Gestalt facilita mediante diversas técnicas un contacto actualizado, presente y responsable con una misma. Facilita y entrena la capacidad de auto-apoyo, la disponibilidad de la propia fuerza y energía vital.