A las materias clásicas de práctica, como el derecho civil, mercantil y administrativo, añadimos especialidades propias del despacho como el derecho de las nuevas tecnologías y la privacidad, el cumplimiento normativo (compliance), la legislación sobre el arte y el patrimonio histórico, la propiedad intelectual e industrial, y el asesoramiento a nuevas formas societarias (startups) y a fundaciones y asociaciones sin ánimo de lucro.