Este hotel sin pretensiones se encuentra en una concurrida calle repleta de cafeterías y tiendas, a 6 minutos a pie de la playa del Sable y a 7 de la estación de autobuses de Isla, y a 12 km de las cuevas del acantilado de La Ojerada.
Las habitaciones son sencillas y tienen WiFi gratis, televisión de pantalla plana, mobiliario de madera sencillo, suelo de baldosas y, en algunos casos, balcón.