El concepto de Vivienda Pasiva (o Passivhaus en alemán) define un estándar de eficiencia energética para los edificios residenciales que repercute en un menor impacto para el medio ambiente. La eficiencia energética es la diferencia entre la energía útil (la que en realidad usamos) y la energía total consumida. Por tanto, cuanto más se aproximen los valores de energía usada y energía consumida, más eficiente es una vivienda. Para mejorar la eficiencia energética de las viviendas, se deben trazar unas estrategias similares a las que ponen en práctica todos los organismos vivos a la hora de construir sus alojamientos, que siguen a rajatabla la máxima que dice que los mejores diseños logran extraer el máximo rendimiento a la mínima energía posible.