La vid desde los tiempos más antiguos, siempre ha acompañado al hombre en su lento y fatigoso camino hacia el progreso, en sus conquistas y en sus migraciones. Sófocles cinco siglos antes de Cristo, reconoció que Italia es tierra predilecta de Baco. Ahora Italia no es solamente el primer país del mundo por la producción cuantitativa de vino en relación a la superficie cultivada, sino que lo es también por la gran calidad y magnifica variedad de tipos de vino producidos. Desde las primeras décadas del siglo XX hasta hoy el salto de calidad de la viticultura italiana ha sido considerable. El vino italiano es hijo del ambiente natural, del sol, de la inteligencia y del trabajo humano. La península Italiana goza de un clima mediterráneo - el clima de las flores y los frutos. Es rica de montañas y colinas, y de un vivo sol en el sur, que hacen posible obtener grandes vinos. Un viaje a través de las regiones de Italia, en busca de los paisajes, de la belleza artística, del gozo sano y alegre de una buena comida acompañada de un buen vino, permite efectuar sugestivos descubrimientos. Los vinos como los dialectos entran en la tradición popular y exprimen el alma y la cultura de los pueblos que los producen y especialmente lo consumen. Cin, Cin!