Zona de playa, estacionamiento descubierto(incluido en el hospedaje y sujeto a disponibilidad),habitaciones con vista al mar, sala de estar, servicio de valet, salon comedor (150 pers), caja de seguridad, admisión de animales, servicio de internet, wi-fi, baño privado en todas las habitaciones, refrigeración, calefacción, frigobar(segun habitacion),ventilador y tv (en todas las habitaciones)., restaurante y bar, salon de juegos, juegos para niños, juegos electronicos, gimnasio, masajes, hidromasajes, baño sauna, piscina para niños, piscina, piscina climatizada cubierta, solarium, desayuno continental(incluido en el hospedaje).
Construido en 1948, la vista no alcanzaba a divisar otra construcción, pasó de ser el hotel más importante de la costa atlántica, a ser una construcción abandonada y saqueada durante varios años. En diciembre de 2005, cuando solo quedaban en pie las paredes derruidas, con un proyecto para demolerlo, lo compramos con la firme convicción de posicionarlo entre los ms importantes de la zona, máximo en 5 años.
Su nombre original Santa Rosa, iba a ser cambiado por el de Yasmin del Mar, en honor a nuestra hija Yasmin quien se fue al mas allá cuando tenía 7 años. Fueron tantos los pedidos que tuvimos para que no le cambiáramos el nombre, que hoy el complejo se llama Hotel Santa Rosa - Parador Yasmin del Mar (todos contentos). Contamos con 5 apart y 25 habitaciones, de las cuales 5 tienen vista al mar. Un SPA completo con pileta climatizada interior, gimnasio con maquinas Magnus Force, sauna finlandés, sala de masajes y relax, pileta de hidromasajes para 8 personas, quinchos, parrillas, sala para niños con peloteros, juegos de salon de todo tipo, restaurante y bar sobre la playa, solárium exclusivo, TV por cable, ,estacionamiento propio e infinidad de servicios imposibles de detallar.
Para comienzos del año 2008, tenemos el 60 % de nuestro sueño realizado, pero contamos con el 100% de lo mas importante, nuestra voluntad de hacer amigos, que sientan la necesidad de volver para ser mimados por esta gran familia, de malcriarlos en su estadia, la calidez de ser atendidos por sus dueños, de degustar las paellas y cazuelas de Ana, las medialunas (las del Km. 100 no existen) y los agnolotis de Hugo, los tragos de Julio y Nico.