El Aikido NO ES, ni un deporte, ni una práctica competitiva y tampoco defensa
personal. ES una disciplina que desarrolla seguridad interior, usando ejercicios
de meditación y respiración como herramientas primordiales.
En dicha práctica se comienza por aprender técnicas en estado de relación
interactuando con otra persona. Éste es un muy buen modo de comenzar, ya que de
esta manera la relación humana se vuelve tan importante como la técnica en si misma.
Nuestro compañero de práctica (Uke) no es un impedimento u obstáculo, sino una
forma de relación, en la cual a través de las técnicas de Aikido podemos alcanzar un
estado de perfecta armonía y entendimiento.
Aikido se especializa es el desarrollo y la unificación de mente y cuerpo, y reconoce
que este estado unificado promueve la confianza y la cohesión en la vida, realzando
todas nuestras capacidades físicas y mentales
¿Quién puede practicar aikido?
Debido a la naturaleza universal del Aikido, no hay ningún límite de edad para la
participación, ya que la práctica promueve la salud y el buen estado del cuerpo. Aunque
el Aikido no sea una terapia física, puede ser una ayuda válida para aquellas
situaciones que perturban la coordinación de la mente y el cuerpo.
“Aikido no debe ser una práctica de autodefensa. Defensa es igual que ataque. Aikido
es el camino para crear una situación en el que el ataque difícilmente suceda. Si el
ataque no ocurre, la defensa no es necesaria. Ésta es el único camino hacia la paz.”