El proyecto considera la separación de desechos sólidos orgánicos no peligrosos de origen domestico de las ciudades para trasladarlos a centros de composteo en comunidades agrícolas. La producción orgánica, es sinónimo de Limpieza y Salud, es por tanto una necesidad modificar esquemas actuales de producción y de consumo desordenado a fin de innovar y proactivamente diseñar una estrategia de mercado a este producto que en breve será altamente comercializable por sus beneficios. El fertilizante orgánico nos ayuda a recuperar suelos erosionados o muertos (tepetate) y nos proporciona una cubierta natural de capa viva para la tierra, es muy útil para recuperar bosque, pues al hacer una cepa para sembrar un árbol, aplicamos el 30 por ciento de humus a la cepa y rellenamos con tierra, así garantizamos nutrientes para la planta y retención de humedad. En cultivos extensivos como maiz, frijol , avena, trigo, etc, Es necesario aplicarla antes y durante el ciclo productivo. Al inicio cuando preparamos nuestras parcelas para el cultivo extendemos el fertilizante orgánico con la rastra para integrar el fertilizante, posteriormente en la carda aplicar un puño entre cada mata de maíz, haba, frijol. En cultivos de cebada y trigo se debe utilizar también en la preparación de la parcela y posteriormente un mes después al boleo. Para hortalizas. Aplicar fertilizante orgánico cuando preparo mi parcela, extender con rastra o en superficies mas pequeñas con herramienta manual, posteriormente se da una segunda aplicación cuando la plántula tiene 20 días, es recomendable reforzar con fertilizante foliar. Es recomendable aplicar fertilizante orgánico al inicio del ciclo agrícola y cuando la plántula tiene 20 cm., la aplicación de humus a nuestras parcelas, huertos y hortalizas mejorara la composición y consistencia de nuestra tierra, recuperaremos poco a poco su fertilidad, aportaremos en cada aplicación nutrientes y no dependeremos del alto costo del fertilizante químico que establece el mercado cada año.