El renivelado de edificios se refiere a un género especializado, Ante la gran cantidad de edificios, monumentos y templos coloniales, asentados sobre el suelo con las caracteristicas particulaes que solo la Ciudad de México tiene, que son alta compresibilidad, baja resistencia al esfuerzo cortante y hundimiento, ha sido necesario desarrolllar una tecnología que permita recimentar enderesar y restaurar, monumentos con gran valor histórico. Como ejemplo, citaremos algunos de los trabajos más importantes, como fueron enderezar 1.50 m la iglesia del Pocito en la Villa de Guadalupe, moviéndolo 80 cm en un sentido y 40 en otro. Hacer descender 80 cm los tres cuerpos de 13 niveles de las oficinas centrales del Seguro Social en el Paseo de la Reforma que en 1967 tenían desniveles máximos de 62 cm en el cuerpo Oriente, 45.5 cuerpo central y 41.7 el cuerpo Poniente. Con los Pilotes de Control fue posible también nivelar al 100o/o el edificio de Banca Serfín, en el centro de la ciudad de México, el cual se encontraba inclinado 1.20 m debido a la imprevisible compresibilidad del subsuelo, sin tener la necesidad de suspender las labores ni desalojar al personal que laboraba en ese edificio durante la ejecución de los trabajos. En 1960 se realizarón trabajos en dos edificios del siglo XVIII que se habían tenidos hundimientos diferenciales, consistentes en elevarlos de 20 a 80 cm hasta su posición horizontal. Obra que merece mención especial fue la que se realizó en 1976, para la recimentación de la Catedral de la Arquidiócesis de México y del Sagrario Metropolitano; los trabajos se llevaron a cabo en forma muy parcial, para ayudar a controlar mayores hundimientos diferenciales, obteniendo excelentes resultados. Una de las obras que cobró mayor importancia por sus dimensiones, fue el RENIVELADO DE LA IGLESIA DE CAPUCHINAS en 1978, que fue levantada 3.5 m, hazaña realizada por primera vez a nivel mundial, llamando la atención de la ingeniería de varios países, dando el crédito al Pilote de Control y al inventor Ing. Manuel González Flores, ya que dio nuevas perspectivas a la ingeniería, realizando trabajos que antes parecían imposibles. La Iglesia de Capuchinas, localizada a un lado de la antigua Basílica de Guadalupe, tiene las mismas características de todos los templos en México construidos hasta el primer cuarto del siglo pasado, en las cuales no se usó concreto. El terreno sobre el cual se cimentó, era sumamente heterogéneo pues a pesar de que tiene una capa superficial de tepetate más o menos homogénea a una profundidad promedio de 3.00 m, debajo de la cual se encuentran capas de arena arcillosa muy resistente y arcilla muy deformable, mostraba en el lado oriente y sur que los espesores de los estratos deformables son mayores a los del lado norte y poniente. Para la preparación de la recimentación, se tomó el cimiento de piedra que mide 4 m de ancho y 5.5. m de alto y se colocó a cada lado una trabe ele (L), como si fuera un sándwich, unidos por abajo, por la parte superior también se unían por medio de tirantes colocados cada 3 m. Por la parte horizontal de la ele (L) se pasaron los pilotes de control, los cuales sostienen toda la iglesia. El edificio mostraba un desnivel de 3.50 m. Se hincaron 159 pilotes con dispositivo de control, los husillos tenían la longitud necesaria para las maniobras del levantamiento del edificio, lo cual se efectuó con equipos hidráulicos con capacidad de 150 ton en cada uno de los pilotes de control, efectuando las operaciones hasta lograr levantarlo 3.5 m renivelándolo totalmente, dejando en la parte baja del recinto un sótano utilizable. La iglesia quedó perfectamente horizontal con esta intervención, demostrando la eficacia del pilote de control para trabajar en suelos altamente compresibles como los de la ciudad de México.