• NIÑOS: Valoraciones, problemas escolares, rebeldía, agresividad, déficit de atención con/sin hiperactividad, tristeza, celos al ver a papas juntos o por nuevo hermanito, no querer comer, pesadillas, pipi en la cama, fobias, sonambulismo, divorcio o separación de los padres, etc. • ADOLESCENTES: Rebeldía, agresividad, mentiras, robo, problemas escolares, tristeza, depresión, timidez, anorexia, bulimia, obesidad, noviazgo, sexualidad, identidad sexual, tribus urbanas (emo, dark, punk), orientación vocacional, etc. • ADULTOS: Depresión, estrés, ansiedad, celos, infidelidad, divorcio, problemas con el embarazo, infertilidad, enfermedades psicosomáticas, trastornos alimenticios, obesidad, problemas sexuales, obsesión, orientación a padres, etc. • INTERVENCIÓN EN CRISIS: Victimas de delitos, abuso sexual, violencia familiar, maltrato infantil, infidelidad, accidentes, estrés postraumático, suicidio o ideación suicida, operaciones, enfermedades, etc.