Trabajé demasiado para alcanzar el sueño que la sociedad soñó para mí; Sí, aquel en donde yo sería un hombre de provecho, con una sólida posición económica y un sentimiento pleno de haber cumplido mi misión. Reconozco que siempre le fui infiel a ese propósito… Porque nunca pude ahogar al artista que vive dentro de mí; porque desperdicié demasiados buenos negocios mientras hacía bocetos o escribía canciones sentado en algún café. Por más que antes de salir me encargara de romper las hojas de cuaderno para que nadie supiera lo que había estado haciendo. -¿cómo explicar que en vez de llevar más dinero, traía conmigo tres, cuatro o cinco canciones nuevas?- Sólo cuando establecí el café “Finni Bon” en Tepotzotlán encontré justificación para permitirme ser yo mismo. Hecho el café, los pasteles y habiendo dispuesto todo, no quedaba más que esperar que los clientes entraran y mientras tanto, ocupaba yo mi tiempo escribiendo canciones, dibujando y hasta pintando. Y cuando había clientela dispuesta, hasta les ofrecía un “plus” tomando mi guitarra y cantándoles mis canciones. Café Finni Bon cerró sus puertas, pero Andrés el artista nunca volvió al closet. Me enfoqué por el lado de la pintura, alternando con la repostería para sostenerme y luego, empecé a participar en Jardines de Arte, -Tepotzotlán, Álvaro Obregón, Satélite, entre otros- y exposiciones colectivas. Sin embargo, al plasmar lo que emana de mi interior sin mucho conocimiento de técnicas de pintura, no me permite pintar sobre pedido, lo que me daría ocasión de competir económicamente con tantos pintores; además de tardar a veces semanas o meses en terminar una pintura. Ya en el nuevo milenio, mi esposa sacó de alguna caja apuntes de canciones que había rescatado, que olvidé romper o que le dediqué por algún motivo en especial. Mi hija por su parte se dio a la tarea de transcribir todo el material, a demás de conseguir en su Universidad que me hicieran por primera vez la grabación de algunos de mis temas. Y mi hijo comenzó a cantar algunas de mis canciones. Todo esto me hizo sentir libre para enfocarme a esto, además de pensar que lo único que he de dejarles es el ejemplo de luchar por mis metas, logros (quizá escasos), algunos cuadros y cientos de canciones. Así, he decidido hacer cuanto esté de mi parte para dar a conocer mis canciones. He dado recitales en la Plaza Tepotzotlán, he recorrido las disqueras y editoras del área metropolitana, he participado por 4 años consecutivos en la “muestra de autores y compositores” de Radio Centro en el programa Distinto Amanecer con Don Manuel Pallares; próximamente ofreceré un recital en el Centro Cultural Regional de Cuautitlán Izcalli y participaré –adelantándome a la fortuna de ser aceptado- en la 3ª Muestra de Cantautores de la delegación de los Volcanes. Andrés Stroobants Lechien. Cantautor, pintor… “Artista”