Tener una mascota en casa implica más que un deber. Es cierto que necesitan de nuestro tiempo, nuestro dinero y nuestra atención; pero también es cierto que significa tener a más que un amigo, sino que se convierten en fieles compañeros de por vida. Cuando le ofreces a algún animal un hogar, su cariño, atención y fidelidad se exclusivos de sus dueños. Cabe aclarar que la demostración de su afecto depende mucho del tipo de mascota que tengamos. Un perro y hasta un gato pueden ser muy demostrativos de su cariño, a diferencia de un reptil o un roedor. Para todos los gustos existe algún tipo de mascota. Existen aquellas especies a las que se les debe tener más cuidados. Por ejemplo, a un perro, además de lo básico como darle de comer y limpiar, hay que ofrecerle más atención en cuanto a actividades. Son animales que gustan de salir a la calle, correr, jugar y pasar tiempo con sus dueños. Algunos gatos, pueden ser más independientes, y mientras les ofrezcas alimento ellos pueden salir a hacer sus actividades y después regresar a sus casas. Los reptiles son mascotas más sencillas de cuidar pues no necesitan realizar actividades exteriores, por lo que consumen menos de nuestro tiempo, aunque eso no implica el dejarlas descuidadas. Lo cierto es que sin importar el tipo de mascota que decidamos tener en casa, debemos de ofrecerles la mejor calidad de vida que esté a nuestro alcance.
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